sábado, 29 de septiembre de 2012

Dejar claro quién es el autor de las declaraciones

Poner sujeto a una oración no es ninguna conducta que pueda suprimirse así como así, y menos en un texto periodístico. 



Hace algunos días la prensa se hizo eco de la publicación de un libro de José Bono, quien entre otros cargos ha ejercido de presidente del Congreso de los Diputados, ministro de Defensa y presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Tan dilatada carrera política le ha servido para escribir Les voy a contar, un compendio de memorias en el que narra su experiencia en diferentes episodios de la Democracia. Entre ellos, revela detalles sobre la investigación de la guerra sucia contra el terrorismo.

El País publicó el pasado sábado un artículo que resume ese capítulo. El titular, 'Bono afirma que el PP pasó página de los GAL cuando pudo verse manchado Fraga', es correcto. Describe perfectamente una idea que, sin embargo, en el cuerpo de la información ha sido desarrollada de modo muy embarullado. 

 

Para comenzar, es obligatorio aclarar en el primer párrafo quién es Bono -expresidente del Congreso y cualquier otro empleo que se quiera añadir- y recordar que se llama José. Continúa el texto diciendo que Bono evoca un secreto que le contó "quien había sido responsable de la Guardia Civil cuando al frente de Interior se sucedían Manuel Fraga, Rodolfo Martín Villa, Antonio Ibáñez y Juan José Rosón, desde el final del franquismo hasta los Gobiernos de UCD". 

Quien editó este texto no informa sobre quién es ese responsable. Se limita a comenzar el siguiente párrafo citando el apellido Sáenz de Santamaría, como dando a entender que ese señor -o señora, ya que no da su nombre de pila- fue el o la responsable de la Benemérita.

Los lectores no estamos obligados a saber quiénes han sido las personas al mando de la Guardia Civil en sus distintas etapas. Por lo tanto, en el primer párrafo el redactor debería haber escrito "...Bono rememora la "bomba" que le contó José Antonio Sáenz de Santa María, quien había sido responsable de la Guardia Civil..." y no dar todo por entendido. 

Un comienzo tan embrollado sólo puede traer más confusión en los párrafos siguientes. Como el cuarto: "Martín Villa -prosigue el general-...". ¿Qué general? ¿Se ha hablado en los tres párrafos anteriores de algún general? No. Otra vez suponiendo que el lector está enterado de todo previamente. Si en el primer párrafo se hubiese aclarado que ese "responsable de la Guardia Civil" fue el general Sáenz de Santamaría, todo quedaría bien explicado. 

Eso sí, la elección del término "responsable de la Guardia Civil" no se amolda a la realidad, según un obituario publicado por el propio diario de Prisa cuando el militar falleció, en 2003. De acuerdo con la necrológica, durante el posfranquismo y los gobiernos de UCD ejerció muchos cargos de importancia -inspector general de la Policía Nacional, delegado del Gobierno en el País Vasco...- pero no director general de la Guardia Civil. Al menos entre la muerte de Franco y el último gobierno de UCD. Sí llegó a ser máximo responsable del Instituto Armado, pero con el socialista Felipe González en el poder. 

No es necesario relatar todo el currículum del general para ilustrar un texto sobre el libro de memorias de Bono pero, de señalar alguno de sus cometidos, habrá que ser precisos. Para no complicarse la vida, en el primer párrafo, aparte de expresar el nombre y la condición de militar de la fuente de Bono, lo más indicado hubiera sido definirlo como un alto responsable de las Fuerzas de Seguridad del Estado durante la Transición

Y para terminar, una curiosidad. ¿Por qué este artículo está incluido en la sección de Economía?

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